Violencia invisible

queremos compartir en el marco de nuestra campaña #bastedeviolenciaginecobstetra una reflexión que ha realizado una compañera sobre el tema.


violenciagineco

La vergüenza, el miedo, la automarginación, la auto discriminación: violencia. En un contexto cultural así de violento, en que el individuo se violenta a sí mismo/a  a través de estos mecanismos de control social-cultural interiorizados, es que nos andamos sujetando unos a otros.

La libre, la gozadora, la que baila, la de vida sexual placentera, plena, la que se masturba, la coqueta, la que no se reprime…es, en resumidas cuentas aun en nuestra sociedad, una “puta”.En los cuentos infantiles, la villana es sexy, egoísta, piensa en sí misma, en su merecido placer, se esmera en buscar su propio orgasmo… lucha por y para sí misma. Por sus deseos.

¿Dónde estamos nosotras situadas? Deseamos ser la princesa, amable y linda, que es tan buena como el pan, no mata una mosca, y lógicamente, no se esmera en buscar su placer personal, no pasaría por encima de nadie ni de nada para obtener su deseo hecho realidad.

La era cristiana nos heredó el placer culpable, la infelicidad en esta vida cuyo premio es la vida eterna en dios, y…de eso no se ha visto más que perversión y desvío neurótico. La redención y sacrificio de esta vida terrenal para la ¿¿salvación eterna?? Cuanta fantasía creída.

La libertad sexual  gozosa, la líbido encendida que nos proporciona la “eterna felicidad” de ochenta años promedio, y energiza nuestras vidas terrícolas, ha quedado relegada. Y el “parirás con dolor”  realizado como mandato cultural de la mujer(por pecaminosa, libidinosa, por incitar a la tentación).

El peor insulto a una joven por parte de amigas, amigos es “puta”. Que “esa mina es muy suelta, es muy puta…que asco”

La vergüenza no es inocua, no es inofensiva. Es una ofensiva directa a la felicidad. La vergüenza es peligrosa porque detiene nuestros impulsos de hacer lo que deseamos hacer. La vergüenza debiera estar cuando hacemos algo malo, algo violento, cuando abusamos de alguien.

La cristiandad funcionó como regulador de la fecundidad en años en que occidente desconocía las hierbas y los conocimientos ancestrales de este tipo, cuando ya había quemado a brujas y discriminado parteras, pero ya no es necesario, hoy existen y hace rato, las píldoras, DIU, inyecciones, condones, operaciones.

La gestación como estadio sexual de las mujeres, el parto como clímax.

¿Por qué le tememos al parto?

Por el dolor, porque algo puede salir mal, porque no he parido nunca, porque me dijeron que dolía mucho, porque una vecina murió en el parto.

¿Desde cuándo que parimos las mujeres?

Desde…siempre.

¿Qué es lo que nos da más miedo en el parto? ¿Qué significa el parto?

El parto es un quiebre, una abertura total, un partirse en dos, un dividirse, un abrirse a la vida, al mundo, un destape, desde la vagina, con los pechos hinchados, semi desnuda, un encuentro también, un nacimiento de otra persona y de una misma como mujer –madre.

Suena terrible. Suena pecaminoso,suena con una intensidad escalofriante, suena animal. Suena muy natural. Suena a un evento sexual. Y lo es, entonces si las mujeres nos hemos reprimido tanto en nuestra vida sexual, nos han reprimido tanto en nuestra sexualidad, nunca nos hablaron de masturbación, nunca de eyaculación precoz, nunca de placer,nunca de orgasmos, nunca escuchamos a nuestra abuelita hablar del placer de su vida sexual…del placer sexual de amamantar ¿qué queremos? ¿Tener una súper buena lactancia? ¿Un muy buen parto? ¿Un feliz puerperio?

Súmale el mal trato hospitalario.Las rutinas, los toqueteos sin pedir permiso, sin saludar, ni presentarse siquiera. Las órdenes: “vístase, báñese, puje, respire, no grite, coma, duerma,haga pipí”.

Es que no somos personas, somos como le dije una vez a una amiga “Contenedora” de  su bebé. Es que no somos personas, somos “la podálica” como le decían a la Myriam, somos “la preclamsia” como le decían a la Javi, somos “la prematura”, “la gemelar” en la lógica hospitalaria, de urgencia, la gestación y parto son enfermedades. No son estadios sexuales de la vida de  las mujeres. Por tanto, son medicalizados y tratados como tales. Mucha intervención, máquinas, reposo. Por si hay dolor,“por si algo sale mal” el peor mal que nos puede pasar a las mujeres es que nos arrebaten nuestra experiencia de vida, a partir de nuestros impulsos, que nos arrebaten nuestras ganas, nuestras personalidades, que nos quiten nuestras intensidades, lo peor que nos pueden hacer a las mujeres es llenarnos de miedo y vergüenza, es dejarnos incapacitadas para buscar nuestra felicidad, lo peor que nos han hecho ya fue, separarnos de nuestra sensualidad, del disfrutar de nuestros cuerpos, del autoconocimiento de nuestros cuerpos, historias y voluntades, lo peor que nos han hecho a lo largo de los siglos ha sido arrebatarnos el poder que teníamos sobre nosotras mismas. El poder de disfrutar, el poder de sentir y llevar nuestras vidas… nos etiquetaron como señoritas blancas, nos clasificaron, nos objetaron, nos diseñaron a su antojo.Y nosotras nos lo creímos. ¿y que fue lo que le hicieron? Ay no sé, no pregunté…No tengo idea de qué paso con mi propio cuerpo, confiada en que ellos saben, en que lo hacen bien, a pesar de que quedó mal puesto el suero, de que me diagnosticaron una cosa y me intervinieron finalmente por otra, de que me trataron mal, que me dejaron sola, no se que me hicieron… ¿dignidad?

Por eso el parto es una experiencia rara, que abre la puerta vaginal de las mujeres y deja ver siglos de opresión y represión a las ancestras. En el hospital, en la escuela, en el cuerpo de una. Y nos dejaron así, ignorantes. Y atadas de manos, porque la curiosidad también es penada, “lo importante es que haya nacido sanito”, “al menos todo salió bien”. Claro, todo salió bien para el médico que alcanzó a comer su comida familiar calientita, porque se aseguró de dejar convencida a  de que no había otra opción. Era cesárea no más. La estresó tanto que,  obediente y cansada, aceptó. Nos dejaron sumisas, obedientes, calladas, conformistas, ignorantes. Porque no nos interesa informarnos, no… para qué. Si igual ellos mandan, los médicos,rockstar de bata blanca, saben lo que hacen. Ganan mucha plata, estudiaron como diez años… han visto tanta gente, ellos saben más que yo sobre mi cuerpo, sobre mis ganas o no de pujar, sobre si me siento mal o bien, sobre mí misma…y me están viendo hace 5 minutos…qué calamidad.

Estoy toreando a las mujeres.Mujeres estamos siendo miserables. Ellos no nos van a cambiar el paisaje,nosotras debemos mancharlo, con sangre menstrual, con la sangre del parto, exigir nuestra placenta, exigir beber si tengo sed, comer si tengo hambre, que entre quien yo quiero porque no quiero estar sola, que no se lleven a mi guagua porque es mía, y la quiero ver, sostener, besar. Que si no me quiero mover no me muevo. Que si me habla mucho esa matrona que salga. Que si me amenazan, si me dicen que me calle, gritar más fuerte.

Es curioso, que, a veces nuestros actos despiertan intolerancias insospechadas en los otros. Se remueven sus entrañas, algún recuerdo dormido asoma si es que aprieto el botón correcto, si me asomo a ser yo misma. Hay que ser valientes para enfrentarlo, o parir encasa y ahorrarse la tremenda bola de significados sociales que te trae el parir en una institución de salud en Chile.

Calas Pachacay

«Feministas inician campaña en contra de la “violencia” gineco obstetra de los hospitales chilenos»

Por Vanessa Vargas Rojas | El desconcierto.Chile, Jueves  25 de Septiembre del 2014

Mujeres feministas del colectivo AcciónFem Temuco comenzaron la difusión por redes socialesfeministas una campaña que pretende visibilizar las vulneraciones de los  de métodos obstétricos en Chile. Acusan prácticas invasivas y falta de información                       

Durante esta semana, el colectivo feminista AcciónFem Temuco inició la viralización de una campaña que pretende exponer los abusos de la medicina ginecológica y sus procedimientos. En este sentido, sus organizadoras buscan poner en evidencia, ante la opinión pública, que en la región de la Araucanía y en todo el país existen diversos métodos de “violencia obstétrica” que atentan contra las mujeres.

“Creemos firmemente en el respeto en el derecho de elegir libremente nuestra forma de gestar, parir y reproducirnos, teniendo autonomía de nuestros cuerpos, siendo las protagonistas de nuestros partos, basándonos en la información, el autocuidado y el respeto por los conocimientos ancestrales”, señalaron.

A través de sus redes, las feministas han compartido experiencias que revelan la vulneración de los derechos a la salud, a la vida, la dignidad e integridad personal, así como el derecho a la privacidad y a estar libres de discriminación. Además, han denunciado casos en que se evidencian situaciones que no cumplen con la Ley Nº 20.584 sobre los derechos y deberes de los y las pacientes en Chile.

“La violencia obstétrica está presente en hospitales, CESFAM, y otros centros de salud, tanto públicos como privados. Se manifiesta físicamente con prácticas invasivas como examinar violentamente introduciendo instrumentos o dedos/manos sin informar previamente y sin esperar el consentimiento de la paciente, la presencia de estudiantes sin informar a las pacientes y sin que estas autoricen su presencia”, argumentan.

Además, criticaron el suministro injustificado de medicamentos como anticonceptivos, suero intravenoso y el uso de sustancias no informadas en el mismo suero. A través de un comunicado, apuntaron también las situaciones de “falta de respeto a los tiempos de un parto, induciéndolo precozmente e imponiendo técnicas no deseadas por las mujeres durante el trabajo de parto, parto y puerperio. Además de incitar a la realización de cesáreas cuando estas solo se deben realizar en casos de urgencia. Y estos son solo algunos ejemplos”.

La violencia psicológica del parto

accionfemAcciónFem pretende visibilizar también la violencia psicológica que se manifiesta con insultos, humillaciones, burlas, discriminación por edad, estado civil, religión, etnicidad y condición socioeconómica. Por otro lado, las feministas aseguraron que existe falta de información sobre procedimientos, tratamientos, efectos adversos de los medicamentos prescritos y las alternativas existentes. En los recintos se evidenciaría un “trato deshumanizado, infantilización de las pacientes, no respeto a las decisiones de las pacientes y la falta de respeto al secreto profesional”.

La campaña ha incluido también la perspectiva de los hombres y sus problemas a la hora de enfrentar el parto de sus parejas. “Se exige que sea un parto respetado y como papá que soy me hubiese gustado compartir esa experiencia en la sala de pre parto”, expone uno de los simpatizantes.

“Finalmente exigimos a las autoridades mayor y adecuada información de los derechos de las pacientes y los deberes del personal que trabaja en el área de la salud y la erradicación de malas prácticas gineco-obstetras que atentan contra los Derechos Humanos”, apuntaron.

Fuente: http://eldesconcierto.cl/feministas-inician-campana-en-contra-de-la-violencia-gineco-obstetra-de-los-hospitales-chilenos/

Respuesta del Hospital Regional de Temuco al comunicado publico entregado el día de ayer 22 de Septiembre 2014 por AcciónFem

 Con fecha 22 de septiembre de 2014 se ha recibido en Dirección del Hospital de Temuco una carta de vuestra agrupación.   Para poder dar una adecuada respuesta a vuestras inquietudes, el Sr. Director del establecimiento solicita se le indique el nombre del representante legal de su agrupación.

Saluda a Uds.,

Jefe Secretaría y Oficina de Partes

Dr. Hernán Henríquez Aravena

Respuesta de AccionFem Temuko a Hospital Regional

Estimada,  Agradecemos la pronta respuesta y le enviamos este mensaje para que remita al Señor Director del Hospital Regional de Temuco

La respuesta que esperamos no es para nuestra representante legal, si no para toda la comunidad de Temuco.

Nuestro objetivo apunta a sensibilizar a la población y principalmente a los funcionarios del hospital regional, para que colaboren a cambiar el paradigma medico que existe hoy en nuestros servicios de salud publica.

Hoy no queremos levantar acusaciones judiciales ni legales a ningún funcionario en particular ni a la institución en general. Queremos llamar la atención de que el problema existe y  que ustedes como autoridades del hospital también visualicen la existencia de la violencia Gineco-Obstetrica en toda la institución que  dirigen. Los niveles de violencia Gineco-Obstetra en la región Chilena son inaceptables. Y esto no puede continuar así.

Le invitamos a actuar y a terminar con las practicas de violencia contra las mujeres que no hacen mas que acrecentar la inequidad de genero y de clase en nuestra sociedad.

Se despide

AccionFem Sin representantes legales, alzando la voz por miles de mujeres que esperan dignidad, respeto y buen trato de parte del Servicio Nacional de Salud que financiamos con todos nuestros impuestos.

AcciónFem! Temuko

#bastadeviolenciaginecobstetra

Ver comunicado Público: https://accionfem.wordpress.com/2014/09/22/bastadeviolenciagineco-obstetra/