La capacidad, fuerza y poder del útero ha sido completamente ignorado por sus propias protagonistas, plantea Casilda Rodrigañez, escritora y bióloga. Existe una desconexión interna en las mujeres que ha permitido ocultar el papel del útero en la sexualidad y en la vida cotidiana en general.
cuando niñas no nos enseñaron que el útero es la fuente de energía que cargamos en nuestro cuerpo, ignoramos totalmente sus capacidades y lo vinculamos directamente con la maternidad. Con la primera menstruación, empezamos a sentir un rechazo por este órgano, sólo sentíamos el útero al menstruar y lo relacionábamos con el dolor intenso, eléctrico, quemante y las contracciones infinitas que no nos dejaban correr, dormir ni disfrutar. Esta suerte de negación hacia la transversalidad que el útero debiera tener para nosotras, nos ha llevado a descuidarlo en todos los ámbitos, provocando que biologicamente muchas mujeres tengan un útero tenso y contraído (no ejercitado), que desemboca en partos traumáticos, depresiones post-parto, dificultades para lactar, menstruaciones dolorosas, primera relación sexual dolorosa, entre otras (Casilda Rodrigañez, Pariremos con placer, 2000).
Nuestro útero posee dos tipos de contracciones, las generadoras de placer y las generadoras de calambres e intolerables sufrimientos. Lo interesante de estos movimientos es que las fibras musculares del útero en las contracciones de parto, se mueven de la misma forma que durante un orgasmo. Nuestro útero necesita ejercicios de rehabilitación, está inmovilizado y esto es lo que produce dolor. ¿Que pasaría si tuviésemos un brazo sin utilizar, inmovilizado, sin que supiésemos de su existencia, su función o cómo usarlo?. Al querer utilizarlo nos encontraríamos con mucha rigidez en él y sufriríamos calambres. Si es que ejercitáramos nuestros úteros, nuestras contracciones uterinas pueden llegar a ser placenteras.
Mónica Felipe-Larral, terapeuta transpersonal y escritora (Cuerpo de mujer: Reconectar con el útero, 2012), describe que el útero es el motor energético de nuestro cuerpo. Según la medicina tradicional china, el útero es la fuente de energía sexual que luego se transforma en la energía vital, ya que esta energía es esencial para el funcionamiento de nuestro cuerpo. El útero, por tanto, nos da fuerza y energía para vivir, sin embargo, la sociedad patriarcal nos obliga cuando niñas a inconscientemente detener el flujo de energía que corre por nuestro cuerpo y así adaptarnos a los modelos patriarcales de niña sumisa, obediente , callada, asexual, quieta, buena y complaciente.
Deb
emos recuperar nuestra sexualidad, tenemos que aprender a escuchar y sentir nuestro útero para devolverle la fuerza, energía y vitalidad. A continuación presentamos distintos ejercicios que podemos hacer para rehabilitar nuestro útero.
Localiza y siente tu útero
Tenemos que aprender a sentir nuestro útero. Escoge momentos que te acomoden durante el día para realizar este ejercicio, por ejemplo cuando te duchas, cuando despiertas, después de almorzar o antes de irte a dormir.
Cierra los ojos y siente tu útero. Para que sea más fácil, puedes pensar primero en tus manos, tus ojos, tu boca, tus caderas, tu abdomen y luego tu útero. Coloca tus manos sobre tu vientre poniendo los pulgares en el ombligo y los dedos indicies en el pubis (hueso). Ese fragmento es aproximadamente donde tienes localizado tu útero. Respira profundo, respira suavemente, visualiza y siente tu útero en ese espacio. Frota tus manos entre sí para calentarlas y ubícalas nuevamente en la misma posición. Siente como tu útero se llena de esta energía cálida y suave, siente la respuesta de tu útero.
Realiza este mismo ejercicio cuando estés ovulando, además siente el movimiento uterino que desprende la expulsión del óvulo y así podrás darte cuenta mes a mes que ovario esta ovulando. Cuando estés menstruando y tengas contracciones dolorosas haz lo mismo, cierra tus ojos, coloca tus manos en tu vientre y siente tu útero, respira profundo, relájate y encuentra la armonía energética que carga tu cuerpo.
Cuando sientas que ya dominas este ejercicio, empieza a sentir tu útero cuando estas teniendo un orgasmo y podrás sentir las vibraciones musculares rítmicas, involuntarias y placenteras con mas intensidad.
Relaja tu útero
Cierra tus ojos y respira profundo y suavemente. Siente la tensión existente en tu mentón, relaja los músculos de esta zona y masajea con la yema de los dedos estos músculos para sentir como aflojan. Mientras sientes estos cambios podrás experimentar una relajación en todo el cuerpo y por sobretodo en el útero.
El yoga tiene muchas posturas que ayudan a relajar el útero, asiste a clases o hazlo en tu casa con ayuda de tutoriales en youtube.
Limpia tu útero
Ponte de pie, cierra los ojos y respira suave y profundamente. Pon tus manos sobre tu útero y siente tu energía, dibuja una sonrisa en tu rostro y llévala hacia el útero. Que tu sonrisa recorra todo tu cuerpo hasta llegar al útero y déjala ahí dentro. Imagina que aparece una luz luminosa en el útero junto a tu sonrisa. Cuando inspires esa luz se expande por todo tu cuerpo y cuando exhalas se devuelve al útero. Continua con esto hasta que sientas que tu útero se llena de energía, relajación y luminosidad, entonces siente cómo tus piernas están conectadas a la tierra
enraizadas al piso y del piso a la tierra y de la tierra hasta el centro del planeta. Siente la energía que llevan tus piernas desde el útero a la tierra. Una vez que visualizas esa conexión, descarga las energías negativas de tu útero: los dolores, tensiones, densidad y todos esos sentimientos negativos que haz tenido sobre tu útero a lo largo de tu vida como la negación, el resentimiento, la vergüenza, la culpa, etc. Conduce todas estas energías desde tu útero a través de tus piernas a la tierra.
Es importante que realicemos estos u otros ejercicios para relajar y ejercitar nuestros úteros. Es tarea de todas y todos explicarle a nuestras hijas, hijos, nietas, nietos, sobrinas y sobrinos la existencia del útero, para que sirve y cómo utilizarlo. Esto afectara enormemente en nuestros cuerpos y mentes, nos entregará menstruaciones sin dolor, aumentará nuestro apetito sexual, aumentará nuestro placer sexual, tendremos mayor facilidad para experimentar orgasmos, tendremos partos sin dolor e incluso placenteros, aumentará nuestra seguridad personal, nuestra creatividad, nuestra energía y tendremos más balance emocional y mayor fuerza interior.
Tu útero es tu fuente de energía, si ya leíste esto, sólo depende de ti empezar a entregarle un espacio central en tu cuerpo y tu diario vivir. Devuélvele su fuerza, su capacidad y su infinito poder!
AcciónFem! 