Dos test de farmacia positivos y un evidente atraso de mi regla no fueron suficientes para convencerme de que estaba embarazada. Fue sólo en compañía de un amigo, después de un examen de sangre que asumí lo que ocurría en mi cuerpo. Tenía entre 5 y 6 semanas.
No tenía pareja fija.
Tampoco deseos de ser madre.
Supe lo que tenía que hacer.
Mi amigo vino hasta mi casa, buscamos información en internet. Sabía que tenia que existir una forma rápida y segura. Pero no tenia la certeza absoluta de cuál sería esa forma.
Las primeras horas fueron difíciles, mientras tomaba agua de ruda, que me hacía sentir como vaca tragando pasto y dudar de sus propiedades abortivas, seguíamos buscando algo en Internet que pudiera servir.
Finalmente, a través de otro amigo dimos con un número para conseguir unas pastillas. Misopostrol. Necesitaba 50 mil pesos y una cuenta para hacer un traspaso. Una tercera persona me prestó el dinero.. Ya estaba todo en marcha y en dos días tendría las pastillas en mis manos. Pude suspirar alivio.
Esa noche me junté con quien me había dejado embarazada. A pesar de que nos conocíamos relativamente, no sabia como seria su reacción. Y la verdad, me daba un poco igual. Decidí contarle por que mi amigo me lo aconsejo. Y además porque necesitaría dinero para devolver las 50 lucas. De todas formas estaba muy nerviosa. Le conté que estaba embarazada, que ya había tomado una decisión y espere su reacción.
Me sentí muy apoyada. No hubo cuestionamiento de ningún tipo.. mucha contención. Y sin saberlo, era lo que necesitaba de él.
Al día siguiente me fui a donde mi hermana, quería estar con ella. Contarle mi tragedia. Sabia que ella seria la única persona que podría hacerme sentir un poco más tranquila.
De repente, sin saber cómo. Cuando ya tenia las pastillas en mis manos, cuando había preparado toallas para el sangrado algo me dijo NO. Y todo el mundo dio un giro tremendo. Me confundí enormemente. Lleve las manos a mi vientre e imagine lo que podría ocurrir si decidía tenerlo. Mientras tanto, él me preguntaba por mensaje cómo estaba y si me las había tomado. Le conté que ya no estaba segura de hacerlo.
El decidió ir a mi encuentro y otra vez, sin presión ni cuestionamientos me acompañó en mi inseguridad, que se convirtió también en la suya.
Pero me di cuenta que no podíamos tener un hij@. No eramos pareja. No nos conocíamos lo suficiente. No se sentía bien. Y lo más importante, YO NO QUERÍA.
Me las tomé.
Después de 4 horas comencé a sangrar.
Sentí mucho dolor.
Sentí mucho alivio.
Es una decisión difícil. Yo creí estar muy clara, y en el camino me confundí por un instante. Para mi, lo más importante fue que no estuve sola. Que involucré a personas cercanas que supieron prestarme ayuda sin juicios morales. Que hicieron que todo fuera un poco menos pesado.
Jamás me arrepentiré de la decisión que tomé.
No era el momento.
No quise.
Fue mi decisión.
Yo escogí mi camino…Hoy soy una feliz madre gestante y sé que el amor que cargo en mi vientre es amor verdadero.
Cuando nosotras queramos! Con quien queramos!