Este fin de semana pasado, 9 y 10 de junio, fue la primera reunión nacional de Mujeres Autoconvocadas en Chile. Cientos de mujeres de todas las edades se reunieron en Concepción en la Universidad del Bío Bío para debatir, celebrar y planificar lo que se debería hacer en el contexto del creciente movimiento feminista en Chile. Mujeres de lugares tan al norte como Arica y tan al sur como Punta Arenas hicieron el viaje a este evento histórico e importante.
Después de un viaje lluvioso y frío a primera hora de la mañana del sábado, llegamos a la universidad. Después de registrarnos nos reunimos en el gimnasio (que estaba decorado con hermosos carteles y diseños feministas), y las organizadoras del evento nos recibieron a todas. Cada región se presentó, invocando sus principales preocupaciones sobre la injusticia de género que experimentan las mujeres de allí. A pesar de que todos venimos de diferentes lugares, estaba claro que sufrimos injusticias similares y estamos luchando en peleas similares. Después de que finalizó la presentación preliminar, disfrutamos al escuchar a poetas feministas y oradoras inspiradoras que compartieron sus historias y experiencias como mujeres que crecen dentro de una sociedad patriarcal. Luego, nos dirigimos al almuerzo, que fue preparado por las estudiantes de la toma de la Universidad de Bío-Bío.
El resto del día estuvo dedicado al espectáculo de danza tradicional de tres grupos de baile diferentes, (porque, después de todo, si no podemos bailar, no es nuestra revolución), y luego nos dividimos en grupos para tener discusiones más pequeñas sobre diversos temas. Las discusiones de la mesa se dividieron en cuatro tablas por tema y consistieron en temas como:
1) Estereotipos de Género / Cultura de la Violación
2) Violencia y Cuerpo (Salud Sexual)
3) Justicia Patriarcal
4) Mujeres, Cuerpo, y Territorio (migración y pueblos originarios)
5) Mujer y Trabajo
6) Disidencia Sexual
7) Mujer y Memoria
8) Derechos sexuales y reproductivos
Fuera de estos grupos rotativos, tuvimos tiempo de asistir a dos de nuestra elección.
Las reuniones terminaron (aunque estos temas nunca se discuten completamente) y muchas de nosotras nos dirigimos a la Universidad de Concepción para una animada tokata que se realizaba en su toma. Mientras se tocaba música colombiana apasionada, las mujeres festejaban y bailaban junto a sus hermanas. Comimos empanadas, calzones rotos, rollitos veganos, bebimos vino navegado y disfrutamos la belleza de estar rodeados por tantas otras mujeres fuertes. La universidad estaba decorada profusamente: el amor y el cuidado que se ponía en hacer que el espacio estuviera libre de violencia y patriarcado era claro. Bailamos durante horas, y el movimiento de nuestros cuerpos puso en acción las poderosas discusiones que tuvimos ese día. Después de un sueño ligeramente incómodo en una de las aulas de la universidad, nos levantamos temprano el domingo por la mañana para comenzar el día. Desayunamos: avena, frutas y pan caliente que generosamente hicieron las estudiantes universitarias. Poco después, ocurrió el punto de prensa y las mujeres autoconvocadas de Bio Bio explicaron por qué estábamos celebrando esta reunión ante las cámaras de video. Echa un vistazo a una grabación en vivo AQUÍ. Usamos la oportunidad de tener a la prensa allí para hablar sobre Yini Sandoval, exigimos justicia por su muerte y por el asesinato de sus tres hijos.
Las discusiones del domingo tenían que ver con la educación no sexista, por lo que nos dividimos en grupos e intentamos formular una lista de demandas para presentar al gobierno. Discutimos cómo el sexo y el género se enseñan de manera discriminatoria desde la edad preescolar y cómo tener una educación no sexista no es solo una lucha universitaria, es mucho más complicado que eso. Nos dimos cuenta de que todas nuestras luchas con la educación se reducen al estado patriarcal: no podemos tener una educación no sexista que sea libre de discriminación si seguimos viviendo en una sociedad capitalista y patriarcal que hacemos ahora. También discutimos la problemática sobre la falta de un procedimiento para tratar el acoso sexual dentro de las universidades, y cómo este procedimiento debe incluir a todas las mujeres en el espacio de la universidad, no solo a los estudiantes. Se mencionaron muchos puntos interesantes y matizados, lo que se debió en gran medida al hecho de que mujeres de todo el país vinieron a participar.
Todavía tenemos mucho que aprender, incluso dentro de este movimiento, y tenemos que reconocer que la movilización social es una tarea difícil. ¡Debemos creer en las demás y apoyarnos unas a otros! Ni una menos!
AcciónFem! 